Mi obra surge de un proceso donde la sensibilidad, paciencia y el autoconocimiento se combinan con mi fascinación por el color y las formas naturales. A partir de una idea o un sentimiento inicial surgen cuestionamientos que suscitan procesos de búsqueda del equilibrio interior y de la forma, desplegándose en un universo de posibilidades. Trabajo con vidrio, un material que simboliza la dualidad del ser humano por su fuerza y fragilidad. Aunque uso formas geométricas, resalto las formas innatas, evitando la línea recta que no existe en la naturaleza. Disfruto crear con colores vivos, construyendo un tejido visual que refleje un estado de placidez y vitalidad.